miércoles, 19 de marzo de 2008

La jirafa

Érase una vez, una jirafa con dolor de muelas. La examinó un doctor y le dijo: "Sus muelas, señora Jirafa, sufren de vértigo; si no las llevara tan altas, no sucedería nada". "Pero yo soy como soy, ¿qué puedo hacer?", replicó la angustiada jirafa. "No se preocupe usted, tengo la solución", la tranquilizó el especialista: "Instalaré en su dentadura unos pequeños paracaídas, para que así ni dientes ni muelas vuelvan a sufrir mal de altura". Así lo hizo aquel dentista tan imaginativo y la jirafa no volvió a tener nunca dolor de muelas.

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